Grupo Folklórico Mazatliltic

El pasado martes 23 de julio tuvimos la oportunidad de presenciar al Grupo Folklórico Mazatliltic dentro del marco de nuestros Martes Culturales de Verano 2019. El Folklórico Mazatliltic fue creado el 7 de enero de 2008 por el Lic. Teófilo Trejo Trejo, en 2009 adquirió su actual sede en la Casa de Cultura de Chamapa, en el Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México.

Actualmente funge como escuela de danza folklórica para niños y jóvenes y sede del grupo. Se ha presentado en ferias, exposiciones y fiestas patronales en el municipio de Naucalpan, Estado de México y algunas partes del interior de la República.

La tarde comenzó con Estampa Mazahua y Bailes de Tierra Caliente, números que remitieron a tradiciones y prácticas originarias del Estado de México y la zona aledaña. En algunos momentos se pudieron vislumbrar elementos de otras regiones del país, recordando así en todo momento al folklore mexicano como un todo.

Desde los taconazos del zapateo, el color de los distintos vestuarios o las botellas vacías de cerveza que adornaban los costados del escenario.

Después, continuaron con Danzas y bailes típicos de Michoacán. Fue aquí cuando se representó la pesca y se representaron a las personas que realizaban esta actividad, hombres y mujeres en los roles y prácticas que les correspondían tradicionalmente; fue éste un número para reflexionar sobre lo mucho que ha cambiado tanto la forma de realizar estas actividades como las mismas prácticas en sí.

La función cerró con Danzas y bailes típicos de Michoacán, teniendo la Danza de los Viejitos como número principal de este gran final. Fue en el último número cuando las mujeres comenzaron a aventar dulces de unas ollas que resultaron no sólo ser parte del vestuario y escenografía.

El público, emocionado, extendió sus brazos lo más que pudo para alcanzar uno, aunque los dulces siguieron cayendo, superando en número la cantidad de manos que había por lo que bastaba con abrir la mano y esperar a que cayera alguno.

Fue después de la lluvia de dulces que las mujeres se despidieron y salieron del escenario, ya con sus ollas vacías, quedando solamente en el escenario cuatro viejitos que siguieron con el mismo camino que ellas; no sin antes hacer un último, enérgico y achacoso salto, voltear a ver al público y salir felizmente.

 

Por: Luis Javier Sánchez